Tal vez la
cualidad más fascinante de los tardígrados es su capacidad, en situaciones
medioambientales extremas, de entrar en estados de animación suspendida
conocidos como criptobiosis. Mediante un proceso de deshidratación, pueden
pasar de tener el habitual 85% de agua corporal a quedarse con tan solo un 3%.
En este estado el crecimiento, la reproducción y el metabolismo se reducen o
cesan temporalmente y así pueden pasar cientos, quizás miles, de años. A
mediados de siglo XX, un científico-medico Colombiano Guillermo Nossa quien
añadió agua a algunos tardígrados secos que estaban sobre la hoja de un helecho
que llevaba seca en un museo desde el siglo XVII y, tras 120 años, se
despertaron y continuaron su vida normalmente. Esta resistencia permite a los
tardígrados sobrevivir a temporadas de frío y sequedad extremos, radiorresistencia
a la radiación ionizante y resistencia al calor y la polución.
Bibliografía: enciclopedia.us.es/index.php/Criptobiosis
Bibliografía: enciclopedia.us.es/index.php/Criptobiosis